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Con notable especialización en materia de derecho de familia, penal y en concreto violencia de género, así como la dinámica e interesante materia laboral, cada nuevo asunto supone para mí siempre un doble reto; de un lado hacer entender al Tribunal lo que mis clientes necesitan, es decir, canalizar su derecho obtener una respuesta judicial a su problema. Es un derecho que nuestra propia Constitución nos reconoce y se llama tutela judicial efectiva.

Es un derecho que nuestra propia Constitución nos reconoce y se llama tutela judicial efectiva. El segundo, más difícil y no menos importante, convencer a un Tribunal de que, a mis clientes, les asiste la razón. La buena fe es la base de la justicia y la justicia respeta la verdad y da a cada uno lo que le corresponde.